Ruinas de ayer y de hoy: Libia

Lamentablemente hay ciertos países o regiones que de una manera u otra se ven siempre envueltos en conflictos, ya sean internos o externos, y que hacen que la zona se vista de cicatrices una y otra vez, cada vez más grandes y numerosas. Es verdad que actualmente la sola palabra conflicto te hace posar inmediatamente tu ojo interior sobre Oriente Medio y pensar en Israel, Palestina, Irán, Siria, Irak… Pero no nos engañemos tampoco, países como Alemania o Ucrania han tenido un siglo XX que no se lo deseo a nadie.

Entre un Mediterráneo lleno de historia y de vida al norte, y un desierto carente de ella y extremadamente cálido al sur, Libia se presenta como un país extraño. Aunque sólo sea por lo ninguneado que ha sido. Con un vecino turísticamente tan enorme como Egipto, otro no tanto como Túnez, y una guerra reciente que la ha dejado devastada, Libia siempre ha sido la gran olvidada de Mediterráneo. Una auténtica pena, porque la riqueza cultural e histórica es inmensa. Pero inmensa. Más triste aún si cabe es que si algo conocemos de Libia (si es que sabemos algo), son las palabras Gadafi y Trípoli, ambas debido a la reciente guerra. Hay que acabar con esto. Asómbranos, Libia (ليبيا en árabe, ⵍⵉⴱⵢⴰ en bereber).

MÚSICA INSPIRADORA PARA LEER LA ENTRADA

LIBIA EN CIFRAS PARA DUMMIES

Es verdad, no sabemos nada de Libia. ¿Por qué? Realmente no lo sé, porque hablamos de un país de cifras y hechos impactantes. Con un tamaño mayor que el de Alaska (ya te digo, no te fíes de Google Maps) y una producción de petróleo que le coloca como el 10º exportador mundial, Libia es (era) un país líder, especialmente en África. Sin entrar en cuánto hay de cierto o de falso en la figura de Gadafi, lo que no se puede negar es que hasta 2011, fecha en la que comenzó la guerra civil en Libia, aquí se disfrutaba de la esperanza de vida más alta de toda África (77), así como también del PIB y el índice de desarrollo humano más altos de todo el continente. ¡Y si sólo fuera esto! La población es muy joven (edad media de 28 años), la tasa de mortandad era una de las más bajas del mundo, y la alfabetización de casi un 90% (¡coño, que hablamos de África!). Libia siempre ha dado mucha importancia a la educación, a la que ha llegado a dedicar hasta un 38% del gasto público (para comparar, en España en 2012 fue del 9,5%). Hasta la secundaria, la educación en Libia es gratuita.

AGUA A UN LADO, DESIERTO AL OTRO

En un país tan inmensamente grande apenas viven 6 millones y medio de personas, casi todas concentradas en la costa. La cifra a aprender es que el 90% de la gente vive en el 10% del país que da al mar. Como en Murcia en verano, que está todo el mundo en los centros comerciales con aire acondicionado y las calles vacías. Solo ahí el clima es soportable, ya que de ahí hacia el sur todo es desierto. Y no cualquiera. El famoso Sahara, que en esta zona adopta el nombre de desierto Líbico y que no solo es uno de los más secos del mundo, sino también el lugar más caluroso del planeta. O hasta hace no mucho al menos. En Al-Aziziyah en 1922 se registraron 58ºC, temperatura que se registró como la más alta jamás medida. La sauna en la que estuviste el año pasado a 80ºC no cuenta.

Aquí pasa lo que suele pasar con esto de los récords. Cuando uno dice “yo soy el más…“, sale otro queriendo quitarle el puesto. Si buscas el lugar más caliente del planeta en internet, después de los edificios de la administración pública españoles en invierno con la calefacción a tope, te saldrán también el Valle de la Muerte de Estados Unidos (56,7ºC en 1913) y el desierto de Lut, en Irán (71 jodidos ºC en 2005). Por lo visto, se dice, se comenta, se invalidó el máximo de Libia porque el que hizo los cálculos era uno sin experiencia, “el nuevo“, “el tonto del pueblo“, y que pudo haberse equivocado hasta en 7ºC (¿?). Por eso mismo, el Valle de la Muerte recuperó su trono en 2011 (casualmente el año de la guerra civil en Libia). Se ve que no quiere soltarlo, ya que por internet encuentro más veces el de EEUU que el de Irán, a pesar de haber 15ºC de diferencia. No sé si es por ser más reciente, pero Lut no aparece tanto, y eso que la diferencia numérica es abismal. ¿Suponemos que EEUU, tras saquear Libia, no quiere ceder ante Irán? (climatológicamente hablando, claro). Sea como fuere, prometo hablar del desierto de Lut algún día.

Pero volviendo a Al-Aziziyah, a pesar de lo seco del desierto, lo cierto es que esconde un montón de agua subterránea. Esto hizo que a finales de los 60 a Gadafi le saliera una bombilla en la cabeza y encargara uno de los proyectos de ingeniería más ambiciosos jamás ideados por el hombre y por el que se rieron de él: El Gran Río Artificial, una serie de tuberías gigantes que llevaran el agua desde el subsuelo del desierto a la población en las costas. Tanto les ha cambiado la vida a los libios que ellos la consideran la 8ª maravilla del mundo, ya que facilitó enormemente el acceso al agua a toda la población. Estamos hablando de que hasta 1996 en Trípoli, la capital, no se disponía de agua corriente para lavar, afeitarse o ducharse. Imagina el revuelo, la llegada de Pokémon a España es una minucia.

El proyecto es tan inmenso que sigue en desarrollo. O seguía. En julio de 2011 la OTAN bombardeó el Gran Río Artificial dejando sin agua al 70% de los que dependían de este medio. También la fábrica donde se hacían estas tuberías fue atacada, por lo que no se sabe qué va a ser de este proyecto. Gadafi ya vaticinó en 1991 que EEUU intentaría parar su proyecto. Pero como esto no es un blog de opinión (no del todo al menos), lo dejo aquí.

¿Y LAS RUINAS?

En un país tan agitado, las huellas de la historia no podían faltar. Y es que, agárrate, pero Libia ha ido cambiando de manos de una forma pasmosa: bereberes, persas, egipcios, griegos, romanos, vándalos (¡sí, hasta pueblos germánicos!), españoles, otomanos e italianos, uno detrás de otro. Como para no dejar huella. Es más, se dice que tras Italia, Libia es el país con mayor número de ruinas romanas. ¿Por qué no se presta más atención a Libia? Pues ni idea.Sin ninguna duda Leptis Magna es la torre Eiffel de Libia: el destino turístico más visitado y más icónico (si es que hay algo iconico de Libia). Estas ruinas, primero de Cartago y luego romanas son de las mejores conservadas de todo el Mediterráneo. Practicamente está todo intacto. Desde luego si eres arqueólogo o te interesa el tema, Libia es el país de la piruleta. Pasear por el teatro de Leptis casi te permite visualizar a los mismos romanos actuando, ya que no hay ningún otro en mejor estado. No voy a entrar más en historia romana, más que nada porque no sé del tema, y bueno, porque quien esté interesado puede buscar más información sobre Leptis Magna. Pero el caso es que no acaba todo aquí. Cyrene es un antiguo pueblo griego que aún conserva ágoras, un templo de Apolo y estatuas de incalculable valor; la necrópolis de Abu Kammash, donde encontramos tumbas (abiertas, incluso) y artilugios de fenicios, bizantinos, romanos, cartagineses, bereberes, etc…; o la antigua ciudad de Sabratha, que conserva también un teatro en muy buenas condiciones, y tiene templos dedicados a distintos dioses, entre ellos, Isis. En realidad podría seguir, pero no tengo autoridad histórica para hablar del tema, me limito a mostrar la cantidad de huellas que abundan en Libia. Pero si aún quieres más mausoleos, altares, murallas o temas, busca en google sitios como Al Urban, Sultan, Marsa Susa, Bengazi, Derna, Ghirza… lo de este país es un jodido orgasmo arqueológico. Y si lo que buscas no son ruinas, sino simplemente pueblos en los que hacer de guiri, Nalut o Gadamés te dejarán con el culo torcido.Qué más decir de Libia. Me gustaría acabar diciendo cómo llegar a estos sitios, pero la guerra de 2011 ha hecho que tu madre no te deje nunca visitar este país. Por la alta inseguridad. Ni volar a la capital (Trípoli), ni mucho menos coger autobuses que atraviesen 14 horas de árido desierto para visitar todos estos tesoros de la historia. Los robos violentos, encontronazos con (para)militares, o las aleatorias conversaciones entre fusiles parecen estar a la orden del día. Tanto es así que desde 2013 dejaron de emitirse visados turísticos, por lo que entrar en el país es aún más difícil (por si zafarte de tu madre no era ya suficientemente arduo). Por lo visto, aún hay medios para entrar (guiño, guiño, señor soborno), pero es de suponer que si se empeñan tanto en que no entren turistas, o los tienes cuadrados o tienes un especial interés en terminar tus días en Libia. Pero bueno, yo dejo esto escrito aquí, quizás algún día se pueda volver a visitar con normalidad, y los únicos peligros que ocupen tu mente serán no perderte por el desierto (límite de velocidad de 15km/h), no tener accidentes con camellos (el animal, aunque a 15km/h igual solo se te parte un pelo, pero el animal puede salir herido y responden con dientes) o rezar para que no te pille ninguna tormenta sahariana de arena y polvo (siroco).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *