Jericoacoara

Jericoacoara pertenece a uno de esos paraísos del nordeste brasileño. Y como tal, se volvió turístico y famoso por sus playas y  palmeras, por su agua cristalina, por las dunas y lagunas naturales.

Innumerable cantidades de personas llegan de todos lados para estar, aunque sea, una semana en este hermoso lugar. Hoy es el Parque Nacional de Jericoacoara. Pero hace poco más de 30 años este pedacito de tierra no era conocido para la mayoría de los turistas. Antiguo pueblo de pescadores, conservó su vida aldeana hasta los años ´90. Es por ello, que sus playas permanecieron vírgenes durante tanto tiempo. Los antiguos residentes, que quedan muy pocos ya, se dedicaban a la pesca y a la agricultura. Hoy, sin embargo, casi todas las actividades están volcadas al turismo.

Jerí tiene una combinación de relax y tranquilidad, de pasear por calles arenosas, de disfrutar de las ferias callejeras, de las luces y música que sale de los bares con la brisa del atardecer.

Si te gusta salir por las noches hay innumerables opciones de comida y de bares, también se arman los bares de la playa sobre la Calle principal, que con un poco de música sirven caipiriñas y todas las “iñas” que se te ocurran.

¿Cómo llegar a Jericoacoara?

En julio de 2017 se ha inaugurado el aeropuerto de Jijoca de Jericoacoará. Por lo que sabemos, sólo recibe vuelos domésticos de las compañías Gol y Azul, pero, la forma más tradicional de llegar es por el aeropuerto de Fortaleza.

Desde Fortaleza: Tienes buses diariamente hasta Jijoca de Jericoacará por r$80. Luego tienes que tomar una 4×4 que vas a  conseguir entre r$15 y r$20 hasta la Villa de Jericoacoara.

Desde Sao Luis de Maranhao o los Lençois maranhenses: no hay buses directo o no lo encontramos. Nosotros desde Barreirinhas fuimos en una camioneta de pasajeros hasta Paulino Neves por r$10 pensando que ahí íbamos a poder hacer dedo, pero nos equivocamos, pagamos un auto compartido con una pareja de españoles para llegar hasta Parnaíba r$50 por persona, y es aquí donde comenzó nuestra aventura en la ruta a dedo. Desde Parnaíba van a encontrar unas camionetas para ir a Jijoca por r$110. Hay camionetas privadas desde Barreirinhas que hacen el trayecto que llevan solo 5 personas pero cobran r$250 reales por persona.

¿Qué hacer?

Dentro de la Villa ofrecen diferentes actividades turísticas como andar en cuatriciclos, paseos en 4 x 4, etc.  Pero, básicamente es un destino para relajarse y hacer playa. Tomar sol y disfrutar del mar, en compañía de un buen libro, y luego ver la puesta del sol podría llegar a ser tu rutina diaria.

Aquí te dejamos  los imprescindibles que puedes hacer sin gastar dinero.

La Duna Pôr do Sol: es el ritual número uno del Parque Nacional. Además de su enorme estructura, esta Duna ofrece los mejores atardeceres. Miles de personas van a disfrutar de este espectáculo de la naturaleza, cuando el sol cae y se esconde tras las aguas del mar atlántico. Vístete de blanco y disfruta de los mejores atardeceres que vas a ver en tu vida. Los aplausos y las corridas por la Duna son el segundo ritual dentro de las puestas de sol.

Pedra Furada: Es un arco de piedra de gran tamaño, que ha sido desgastado por el mar y tiene la particularidad que las puestas de sol dan justo dentro de la piedra. Se puede ir caminando desde la Villa a tan sólo 30 minutos. También ofrecen sistema de transporte a caballo o mula para llegar o volver. Si van a optar por este servicio, tengan en cuenta el estado físico del animal. Ya que muchas veces para sacar provecho, las personas producen un sufrimiento innecesario con sobrecargas, golpes, deshidratación y exceso de exposición al calor. Lo mejor es ir caminando para disfrutar del paisaje y la brisa del mar.Lagoa Paraiso: Imperdible laguna de agua dulce con arena blanca y agua bien clara. Más que clara, transparente!  Nosotros nos quedamos durmiendo junto a la Laguna con nuestras hamacas pero puedes ir a pasar el día y volver a Jeri por r$15 reales por persona en las 4×4 cada trayecto.

Capoeira en la playa: Puedes disfrutar de sesiones de capoeira casi todas las tardes en la playa y a también en la Plaza Principal. No te pierdas una clase de este arte marcial originados por los esclavos africanos.

Capeira, Jericoacoara

Porque extrañamos la playa y un poco de capoeira #Brasil #Jericoacoara #nordeste #trip #Enjoy #Labonapartedelviaje #Playas

Publicado por Labonaparte del viaje en Miércoles, 18 de abril de 2018

Algunas recomendaciones:  

¿Cuándo ir a Jericoacoara?

El nordeste brasileño se caracteriza por un clima tropical cálido. Las temperaturas oscilan entre los 22º y los 35º. La diferencia, como todo clima tropical se caracteriza por la época de lluvias, que es de Enero a Junio, y de sequía de Julio a Diciembre. Es importante que sepas, que aunque viajes en temporada “baja” la mínima es de 22 grados por las mañanas y tal vez llueva al atardecer. Por lo tanto, puedes aprovechar de la temporada baja también. Y lo más importante, es que los precios son más asequibles.

Hospedaje:

Dentro de la Villa hay Hostels y Resort exclusivos. Depende de las comodidades y presupuestos que cada uno tenga puede elegir las acomodaciones. Pero, recuerden que es un lugar muy turístico y las demandas son muy altas en temporada. Los precios se disparan en “Reveillon”, la Fiesta de Año Nuevo. Es tradición en Brasil vestirse de blanco para recibir al año entrante e ir a las playas, pasadas la media noche y tirar flores al mar.

Nosotros llegamos a mediados de Junio y es cuando la temporada recién está comenzando. Por lo tanto, los precios estaban más económicos. La realidad es que no buscamos mucho. Cuando la 4 x 4 nos dejó en un supuesto alojamiento económico, que por cierto no lo era,  nos encontramos en la calle con un amable señor que nos mostró una pieza con baño privado, wi-fi, y cocina en su departamento. Nos quedamos 7 noches por r$250 reales. En la Rua do Forro a unos 300 metros de la playa, justo al lado de una tienda electrónica. Si prefieren ir a ese departamento, el Sr. se llama Valdir Alves Ferreira, y vive allí de Enero a Julio, cuando el turismo merma.

¿Dónde comer?

Al ser un lugar que muchos extranjero eligieron para vivir, la Villa ofrece cientos de restaurante para todos los gustos y presupuestos, desde cocina italiana hasta los “Self Service” por peso, panadería francesa, heladerías italianas son algunas de las opciones.

Un lugar económico para cenar o almorzar se encuentra dentro de la Rua Principal, a unos 300 metros del mar, hay una panadería que ofrece platos suculentos por r$30 reales y 3 panes franceses a r$1 real.

También hay supermercados con variedad de frutas y verduras. A nosotros, no nos pareció del todo caro comprar productos básicos, pero tengan en cuenta que fuimos en Junio.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *