La cultura ribereña del Amazonas tiene esa forma inexplicable de vivir la vida, sin relojes y sin prisas, pero dueños del tiempo y de su mundo. Ven pasar los barcos mientras juegan en el río, y construyen puentes imaginarios o ficticios con historias contadas o vividas, sobre mitos y leyendas de un río mágico que todo lo sabe, y atardeceres llenos de figuras creadas por el viento, donde el placer de la vida es sencillo como una sonrisa.
Tabla de contenidos
El inicio
Sabíamos que el trayecto era largo, y habíamos decidido hacer una parada en Santarém para ir a Alter do Chao. De esta forma, en vez de estar 5 días seguidos arriba del barco, partiríamos el itinerario y conoceríamos un lugar más para tildar en nuestro mapa mental.
Un amigo me había dicho que viajar con una hamaca en el norte de Brasil era lo mejor que te podía pasar. Después de este viaje, entendí por qué. Es que es tan fuerte la cultura de vivir en hamacas, que puedes apropiarte de ese hermoso concepto para colgar tu red y dormir en donde quieras. Ya sea el barco, la ruta o una playa desierta, si viajas con la mochila a cuestas por el norte de Brasil, tu hamaca llegará a ser tu mejor adquisición.
Primer trayecto de Manaos a Santarém
Llegamos al puerto no oficial de Manaos con todas nuestras expectativas y provisiones. Hamacas colgantes que serían nuestras camas, frutas, algo de pan y frutos secos.
Ya habíamos comprado el ticket el día anterior por 60 reales (peleando un poco, lo bajamos a ese precio)
El primer trayecto al final fue de 1 día y medio. El barco era mejor de lo que esperábamos, fuimos hasta el tercer piso donde había más lugar y colocamos nuestras hamacas. Esperábamos viajar como ganado, todos juntos sin tener prácticamente lugar pero esto no ocurrió. La verdad es que sólo había muchos turistas en el tercer piso, la mayoría de los locales viajaban en el segundo y debajo de todo vas a ver los autos y mercadería que transportan.
Fue un trayecto agradable con la brisa del viento dándote en la cara. Pudimos ver el encuentro de las aguas saliendo de Manaos y también, llegando a Santarém. Aquí decidimos quedarnos unos días.
Segundo trayecto de Santarém a Belém
Después de nuestra experiencia en Alter do Chão, sólo queríamos llegar al barco. Esta vez, no habíamos comprado el ticket con anticipación y pagamos 140 reales ($42 USD).
Las expectativas sobre el viaje se desmoronaron cuando vimos nuestro barco, lleno de gente, casi sin lugar para colgar nuestras hamacas, y con una higiene dudosa, tratamos de acomodarnos cuando encontramos un huequito y ahí nos quedamos. Si el barco tenía capacidad para 400 personas, creo que viajamos 399 en ese trayecto.
Durante el viaje tuvimos varias paradas que sirvieron para abastecernos de comida y frutas, ya que no habíamos podido comprar casi nada antes de partir.
Con la compañía de Diego (gracias por la foto que da comienzo a este post) , a quien habíamos conocido en Alter do Chão y de los locales, el recorrido se hizo interesante y llevadero. Es muy agradable cuando te cruzas con personas que comparten su filosofía de vida para aprender un poquito más.
Algo llamativo del viaje son las canoas que se enganchan al barco, en su mayoría manejadas por niños de no más de 12 años, donde trepan hasta el barco para vender sus productos como camarones de río y açai en bolsitas.
Recomendaciones para viajar en barco
-
- Llevar hamaca: el puesto Nº 1 es para la hamaca, como ya te mencionamos antes, ella va a ser tu cama durante el trayecto.
- En el barco venden comida, los platos cuestan 15 reales y también hay un bar en el último piso con coixinhas, algunos snack y bebidas.
- Un buen libro te puede resultar de excelente compañía para este tipo de trayectos.
- No hay wi-fi, así que es mejor que pienses en desarrollar tu portugués para interactuar con los locales. O simplemente, jugar a las cartas.
- Contemplar la vegetación puede resultar agradable para hacer reflexiones internas.
- Tener en cuenta los días y horarios de salida de los barcos.
- Un buen consejo es llegar antes del horario de partida para que puedas acomodarte.