Mochilero Trotamundos

Descubre la Sierra de Guadarrama: rutas, pueblos y visitas imprescindibles

La Sierra de Guadarrama es el pulmón de Madrid, un paraíso necesario para escapar del caos de la metrópolis y perderse por senderos con vistas majestuosas a la montañas. Te ofrecemos una completa guía para descubrirte los lugares imprescindibles: las curiosas rocas de La Pedriza, los glaciares de Peñalara, las sendas por Navacerrada… ¡Sube y respira!

El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama es un área protegida de las provincias españolas de Madrid y Segovia que ocupa 33.960 hectáreas, siendo solo una parte de la larga cadena montañosa de más de 500 kms de longitud que cruza de este a oeste la península. Las condiciones de la Sierra, más fresca y húmeda que las mesetas, y su menor transformación por la actividad humana, han convertido a estas montañas en un privilegiado refugio de biodiversidad.

Parece mentira que a menos de una hora de la capital de España encontremos uno de los mejores sistemas naturales de pino silvestre del país, una cadena interminable de cumbres siempre preciosas aunque no estén nevadas y senderos míticos como la Charca Verde en La Pedriza o el Camino Schmid entre Navacerrada y Cercedilla. Visitaremos pequeños pueblos con encanto serrano, castillos, monasterios, cascadas, ríos y lagos. Seguro que el segundo parque nacional más visitado del país, después del Teide, no te defraudará.

¡Te interesa!

Al oriente de la Sierra de Guadarrama:

  • La ciudad amurallada de Buitrago de Lozoya 
  • El precioso pueblo de Patones de Arriba 
  • El Berrueco y La Cabrera

    Comenzamos esta guía en La Pedriza, un paisaje de granito conformado por una sucesión de peñas de caprichosas formas y paredes de roca situado dentro de los límites del Parque Natural de la Sierra de Guadarrama. Un pájaro, una tortuga, un elefante, un camello, una foca… podemos adivinar diferentes animales entre esas moles de piedra, pero también caras humanas y casi todo lo que nuestra imaginación nos pueda proporcionar. Durante millones de años, el hielo, el agua, el viento, el contraste de temperaturas y la descomposición química del granito han ido originando estas pintorescas formas, únicas en España.

    Así descrito puede parecer un escenario duro y gris, pero todo contrario. Los prados y las aguas del río Manzanares tiñen de vida un paraje perfecto para hacer una buena ruta por uno de los innumerables senderos que tenemos a nuestra disposición. No es mala idea pasarse antes por el Centro de Visitantes y descubrir los valores naturales, culturales e históricos de la Sierra de Guadarrama.

    Podrás dejar el coche en el mismo Centro de Visitantes (tomando un autobús gratuito hasta el parque natural o caminando unos kms de más) o acercarlo a los aparcamientos de Quebrantaherraduras o de Cantocochino, existiendo en este último un área recreativa con restaurantes. Pero ten en cuenta que existe un estacionamiento muy limitado, así que los fines de semana tendrás que darte un buen madrugón.

    Existen multitud de rutas de senderismo para completar en La Pedriza, pero, ¡cuidado!, si te sales de las sendas señalizadas y te despistas no es difícil que te pierdas. Te indico las dos rutas más significativas para hacerte una buena composición de lugar.

    Ruta de la Charca Verde en La Pedriza

    Tal vez la ruta más transitada por los cientos de madrileños que se escapan de la gran ciudad en busca de un respiro natural. Por la ruta de la Charca Verde caminamos entre cascadas y saltos de agua mientras remontamos el río Manzanares, experimentando diversos microclimas y siempre resguardados por las imponentes moles de La Pedriza. Desde Cantocochino la distancia en recorrido ida y vuelta es de 12 kms, asequibles para todos los niveles.

    Nos empapamos del verdor de los bosques de fresnos, abedules, sauces y chopos mientras vemos como la fuerza de la corriente ha reventado las rocas en algunos puntos para crear pequeñas pozas de aguas gélidas. La más grande, con un diámetro de 15 metros, es la Charca Verde, nombre tomado del fuerte color esmeralda que desprende. Tiempos atrás era un destino ideal para un baño de verano, pero se ha prohibido como medida para preservar esta joya de la naturaleza.

    Ruta del Yelmo en La Pedriza

    La cumbre de El Yelmo es probablemente la más representativa de La Pedriza, debiendo su nombre a la parte superior de las armaduras medievales protegía el rostro y la cabeza de los caballeros. Es fácil de identificar porque es la que se encuentra justo a la espalda de Manzanares El Real. De hecho, el aparcamiento más propicio es el Tranco, que se encuentra al noroeste del pueblo a la salida del mismo.

    La ruta de ida y vuelta alcanza los 9 kms y presenta una dificultad media por el elevado desnivel, por encima de los 700 metros. Avanzaremos a través de jaras y piornos, atravesaremos riachuelos que bajan de la parte alta, descansaremos en verdes praderas que interrumpen la pedregosa senda y jugaremos a adivinar las formas de las rocas, una de ellas inconfundible: el célebre elefantito. Tendremos ante nosotros las mejores vistas del embalse de Santillana y podremos vivir la experiencia de escalar hasta la cima de El Yelmo. Un pequeño Everest para el ciudadano de a pie.

    El hermoso castillo de Manzanares El Real

    A las puertas de entrada del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y de La Pedriza no podemos pasar de largo de la localidad de Manzanares El Real y de su precioso palacio-fortaleza de los Mendoza. Este castillo presenta la típica arquitectura militar castellana del siglo XV, aunque, por fortuna, quedó a salvo de las batallas bélicas y ha mantenido un espléndido estado hasta la actualidad con sólo unas pequeñas restauraciones. Podemos considerarlo como uno de los castillos mejor conservados de España.

    La que fuera residencia de la linajuda familia de los Mendoza está formado por un patio rectangular, dos galerías y cuatro torres adornadas con unas bolas de estilo isabelino. Merece la pena su visita (aquí puedes ver la información para acceder al castillo de Manzanares El Real) y obtener la espléndida panorámica del Embalse de Santillana y de los torreones que pertenecían al dique de un embalse anterior. Uno de ellos presenta una esbelta torre neogótica de 35 metros de altura inspirada en el propio castillo.

    Aunque el pueblo esté dominado por la excelsa figura del castillo, no conviene ignorar los encantos de otros emplazamientos. Podemos dar un paseo por la animada plaza Mayor y visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Nieves, fundada a principios del siglo XIV bajo la protección del primer marqués de Santillana. A 1 km está la Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra (s. XV), edificada sobre una roca en el margen derecho del Manzanares, desde donde se puede disfrutar de una bella panorámica de La Pedriza. Cuenta la leyenda que la Virgen de la Peña Sacra se apareció allí mismo a siete obispos.

    Navacerrada, capital del senderismo y la nieve

    Navacerrada es famosa a nivel nacional por los ciclistas que, cada penúltima etapa de la Vuelta a España, dejan en la tortuosa carretera hasta la última gota de energía. Aparte del obligado ascenso al puerto, es menester da un paseo por el pequeño y agradable pueblo, situado a 1.203 metros de altitud. Encontramos un núcleo urbano muy bien conservado en el que predominan las casas de piedra, con numerosos bares y restaurantes que reciben con los brazos abiertos a los visitantes del fin de semana. Caminando de forma distraída con las cumbres sobre nuestros ojos llegaremos a la Plaza de los Ángeles con su ayuntamiento y la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora (s. XVI).

    A 10 kms por una bella carretera rodeada de montañas y pinares llegamos a la Estación del Puerto de Navacerrada. Allí encontramos hoteles, restaurantes, residencias, incluso una iglesia, pero ante todo la estación de esquí que, por desgracia, cada año abre menos días por ese cambio climático que está cambiando nuestro mundo. Cuando la nieve asoma, el área literalmente se colapsa por tanto y tanto turista ávido de empaparse hasta el tuétano, esquiando, desplazándose con raquetas, tirándose en trineo. Fuera de la temporada invernal no encontramos estos problemas y disfrutaremos igualmente del pulmón de Madrid.

    Si osas llevar el coche cuando el blanco predomina en las cumbres, tendrás que pegarte un madrugón antológico para encontrar plaza en el aparcamiento. Otra opción es acceder a la hora de comer, normalmente más descongestionado porque mucha gente ha bajado al pueblo a comer. Más incómodo por la limitación de horarios y el tiempo de traslado pero infinitamente más bonito es llegar al puerto a través del coqueto tren verde que parte desde Cercedilla y que te permite embelesarte durante el trayecto entre pueblecitos, montañas y pinos.

    La Bola del Mundo

    Cualquier época del año es buena para respirar aire puro y hacer una buena ruta de senderismo en Navacerrada, que además destacan por ser asequibles hasta para quien no esté acostumbrado a tutes alpinos. La ruta más emblemática es la subida a la Bola del Mundo. Esas antenas de televisión con formas de antiguos cohetes en el Alto de las Guarramillas son parte del acerbo popular de la sierra de Guadarrama y, aunque ya no se empleen para la misión para la que fueron concebidas por el apagón analógico, son en pleno siglo XXI indisolubles de la silueta de la montaña madrileña.

    Desde el Puerto de Navacerrada podemos ascender a través de un pista forestal hasta llegar a los 2.258 metros de altitud en el Alto de las Guarramillas, tras 7 kms en recorrido de ida y vuelta. Las vistas dirección sur se nos descubren con el Valle de la Barranca en primer término y el Embalse de Navacerrada un poco más al fondo, con el cordal montañoso de Siete Picos al oeste. Pero, ¿por qué carajo el nombre de Bola del Mundo?. Unos dicen que porque las primeras emisiones de la tele empezaban con La Tierra y una antena encima. Otros, porque el diablo hizo girar el mundo en ese lugar en venganza por ser rechazado por una antigua pastora. Quién sabe…

    El Camino Schmid

    Los amantes de la naturaleza tienen como un recurso cotizado el Camino Schmid, así llamado en honor al montañero austriaco que en 1926 señaló este itinerario para unir el Puerto de Navacerrada con el municipio de Cercedilla. Curiosamente, aunque su inicio y su fin está en la región madrileña, gran parte de los 6,5 kms discurren por la provincia de Segovia. Como norma general y toda vez que los senderistas llegan al puerto de Navacerrada en coche, se suelen recorrer los primeros 4,2 kms hasta la hermosa pradera del Collado Ventoso para después iniciar el camino de vuelta. Si viajas a origen y desde destino en transporte público, haz el recorrido completo hasta el Valle de la Fuenfría.

    La senda discurre, en suave descenso, por la ladera norte de Siete Picos (uno de los macizos montañosos más importantes y singulares de la Sierra de Guadarrama) que pertenece a La Granja de San Ildefonso, en Segovia. Atraviesa masas boscosas de pino silvestre, algunos centenarios, que en algunos tramos asoman sus raíces obligando al senderista a estar atento para no tropezarse. Salvamos algún que otro arroyo y atravesamos varias praderas de montaña con hierba y arbustos, ideales para tomar un descanso.

    Su leve desnivel de 140 metros hace que este itinerario, imprescindible para quienes disfrutan de las excursiones por la sierra, pueda ser afrontado hasta por aquellos menos iniciados en la práctica del senderismo. A la hora de realizarlo, deben evitarse los meses de invierno y los días de bajas temperaturas, máxime cuando el camino discurre mayormente por zona de umbría y las nieblas, el frío, la humedad y el hielo en el suelo pueden jugar malas pasadas.

    Cercedilla, el pueblo más bonito de la Sierra de Guadarrama

    Cercedilla es el corazón de la Sierra de Guadarrama. Epicentro turístico, con buenas comunicaciones en tren con la capital, numerosos alojamientos rurales y un amplio abanico de restaurantes, tomar este pueblo de 7.000 habitantes como base de operaciones es una gran idea para conocer los principales atractivos alpinos de la Comunidad de Madrid. Ya en tiempos de los romanos se valoraba este emplazamiento como vía de comunicación para salvar el entonces inexpugnable macizo central. En el siglo I, se construyó la calzada romana cuyos restos presentan un notable estado de conservación.

    En el Valle de la Fuenfría se pueden admirar tres de los cuatro puentes romanos existentes: Puente de la Venta, Puente del Descalzo, y Puente de En medio. El puente del Molino o del Reajo se encuentra en las inmediaciones de la estación de ferrocarril, también interesante de ver al ser un edificio representativo de las construcciones civiles de finales del s.XIX. Aparte de solazarte con un tranquilo paseo en el pueblo puedes subir unos kms arriba hacia el paraje de Las Dehesas, donde en verano se abren unas piscinas de pago en un entorno idílico con aguas cristalinas, aunque gélidas, procedentes de la montaña.

    Si decides pasar alguna noche o un finde especial en Cercedilla, no te puedes perder el alojamiento Los Castaños única en España por ser una casa rural y de salud en la que no sólo te ofrecen alojamiento sino actividades,  y espacios  dirigidos a mejorar la salud física, mental y espiritual. Cocina ecológica y vegetariana, actividades diarias y semanales como Biodanza, Meditación, Yoga, Acroyoga, Gestalt, Arte-terapia, Medicina Ayurveda, Desprogramación celular, Feng Shui y eventos en la naturaleza, y amplias salas y espacios en las que celebrar talleres, retiros y formaciones. Disfrutar de un maravilloso entorno, a la vez que te cuidas, ¿Qué más se puede pedir?

    Peñalara, cumbre serrana y esencia glaciar

    El antiguo Parque Natural de Peñalara forma parte desde 2013 del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Se encuentra en el término municipal de Rascafría y con una altitud que está entre los 1640 y 2428 m sobre el nivel del mar, ocupa las cotas más altas de toda la serranía de Madrid. Este espacio natural alberga tres pequeños circos, dos morrenas y una serie de lagunas, todo ello de origen glaciar, creando un paisaje único para disfrutar haciendo senderismo o esquí alpino. Además, podemos encontrar muchas especies animales difíciles de encontrar en otros puntos de la región, como el águila imperial, el buitre leonado o ciertos anfibios de las lagunas.

    Al igual que La Pedriza y Navacerrada, es un destino prioritario de los madrileños durante los fines de semana. En el puerto de Cotos y en el acceso al macizo de Peñalara, se encuentra el Centro de Visitantes donde se proporciona información y recomendaciones para la visita al Parque y se realizan las tareas de control, atención y gestión de visitantes. La sala cuenta además con dos sistemas de proyección de vídeo, en los que se resaltan los valores naturales y culturales de Peñalara y del Parque Nacional, y se promocionan los recursos turísticos de esta zona.

    Existen múltiples senderos que parten desde las cercanías del propio Centro de Visitantes. La más común es la senda de 6 kms (ida y vuelta) hasta la Laguna Grande de Peñalara gracias a su recorrido sencillo para toda la familia y a las vistas espectaculares que nos proporciona de la Sierra de Guadarrama. Los más intrépidos disponen de nuevos tramos para ampliar la ruta desde la Laguna Grande, teniendo en cuenta que el sendero se estrecha por momentos y la exigencia se multiplica. Queda compensado con la panorámica de las Lagunillas, la Laguna de los Claveles y la Laguna de los Pájaros, desde la cual podremos divisar Rascafría y el Monasterio de El Paular.

    Rascafría y el encanto del monasterio de El Paular

    Rascafría, una de las villas más hermosas de la Comunidad de Madrid con un enclave de ensueño en el Valle del Lozoya, es el punto más septentrional en esta relación de los principales lugares de interés de la Sierra de Guadarrama. Un paseo por su casco urbano, de aspecto tradicional y compuesto por casitas bajas, nos regala algunas de las mejores vistas de la Sierra de Guadarrama. No podemos perdernos el ayuntamiento de estilo neomudéjar y la monumental parroquia de San Andrés Apóstol (s.XV) cuyas campanas, como curiosidad, fueron elaboradas con metal procedente de dos aviones que se estrellaron a mediados del siglo XX después de que las originales fueran arrasadas durante la Guerra Civil.

    En nuestro camino hacia el Monasterio de El Paular atravesamos el Bosque Finlandés de Rascafría, que de verdad nos transporta a los países nórdicos con ese tranquilo lago rodeado de árboles, su pequeño muelle y hasta una antigua cabaña usada como sauna. A pocos pasos se ubica el primer monasterio cartujo que se instaló en tierras de Castilla (año 1390) y que en la actualidad está ocupado por monjes benedictinos. Los propios monjes ofrecen visitas guiadas y organizan exposiciones, temporales, encuentros culturales y conciertos, además de celebrar misa y matrimonios. Destaca en su interior el Retablo Mayor de estilo hispanoflamenco del siglo XI, el claustro formado por cuatro galerías y el jardín-cementerio.

    Obvio resulta decir que también en el entorno del pueblo de Rascafría existen rutas de senderismo imperdibles. Entre ellas sobresale la senda que pasa por Las Presillas, unas bonitas lagunas naturales que forma el río Lozoya que son un lujo para el baño veraniego para quien aguante temperaturas más propias del Polo Norte. Siguiendo esa ruta llegaremos a la Cascada del Purgatorio, que en realidad son dos saltos de agua el mayor de los cuales llega hasta los 10 metros. La ruta completa en ida y vuelta llega a los 14 kms, siendo la única dificultad porque el perfil por lo demás es muy sencillo.

    Boca del Asno y Valsaín, la gran aportación segoviana a Guadarrama

    En este recorrido por la Sierra de Guadarrama nos hemos centrado en los principales atractivos turísticos, en su mayoría pertenecientes a la vertiente madrileña. Pero no podemos hacer semejante feo al lado segoviano sin centrarnos en un emplazamiento imprescindible.

    Descendiendo por la cara norte del puerto de Navacerrada y tras las míticas siete revueltas, llegamos al área recreativa Boca del Asno, situada junto al río Eresma en los Montes de Valsaín, declarados por la Unesco Reserva de la Biosfera. El área cuenta con zonas de juego para los niños y mesas para disfrutar de un día de campo o realizando rutas de senderismo, recorriendo el curso del río o bañándonos en los pilones que se forman en el barranco del río Eresma.

    Aparte de relajarnos durante unas horas en la zona recreativa, conviene adentrarnos en el bosque de Valsaín y descubrir la exuberante vegetación y el frondoso pinar que apenas deja pasar la luz del sol. Con suerte podremos encontrarnos venados, nutrias y una variedad grande de diferentes aves. También abundan los jabalís, aunque casi mejor que no se nos presenten cara a cara. Al ser una ruta en umbría, es perfecta para rebajar nuestra temperatura corporal en los calurosos días de verano. Si tenemos tiempo podemos acabar la jornada visitando, ya fuera del núcleo específico de la Sierra de Guadarrama, la vecina La Granja de San Ildefonso.

    Principales lugares de interés de la Sierra de Guadarrama

    De esta forma acabamos esta superguía sobre la Sierra de Guadarrama, con lugares tan emblemáticos como La Pedriza,  Peñalara o Navacerrada. Tenemos claro que nos hemos dejado otros en el tintero… ¿Nos recomiendas alguna otra ruta de senderismo en el entorno de la Pedriza? ¿Alguna actividad especial que podamos hacer en la sierra? ¿Tal vez algún otro pueblo con encanto?

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