Hace dos décadas, comenzó una ambiciosa travesía cultural que culmina con un logro invaluable: el Museo Nacional de Egiptología de El Cairo, una obra que ha requerido una inversión significativa. Finalmente, el sueño se materializa y nos presenta el museo más grande del mundo dedicado a una única civilización.
Ubicado estratégicamente entre la Gran Pirámide de Giza y la ciudad de Cairo, este impresionante monumento se extiende por 120 acres, ofreciendo un vistazo fascinante a la historia y la riqueza cultural de Egipto. Con más de 100,000 artefactos en exhibición, el museo se erige como un testimonio elocuente de la grandeza del antiguo Egipto.
Los aspectos más destacados del museo incluyen dos imponentes colosos de diez codos, sarcófagos majestuosos, un Ramsés de 3,200 años de antigüedad, la estatua colosal del gran faraón y la antigua nave de Khufu. Cada pieza cuenta una historia única, sumergiendo a los visitantes en el fascinante pasado de esta civilización milenaria.
Llegamos a mi parte favorita del recorrido: Egipto está en una misión para recuperar sus tesoros, pedazos de historia que fueron arrebatados. Aquí estoy, siendo testigo del corazón de esta increíble jornada, donde la historia es honrada como se merece.
El museo no solo alberga objetos antiguos, sino que también sirve como un símbolo de la determinación egipcia de preservar y recuperar su patrimonio cultural. Es un recordatorio de que la historia no solo se encuentra en los artefactos, sino también en el esfuerzo continuo por reconstruir y preservar la herencia de una nación.
Nos sumergimos en la misión de Egipto de traer de vuelta sus tesoros, piezas de historia que fueron llevadas lejos. En cada rincón del museo, se percibe la pasión y el compromiso de devolver a casa lo que legítimamente le pertenece a la tierra de los faraones.
Estoy aquí, en el corazón de este viaje increíble, siendo testigo de cómo se honra la historia tal como debería ser. En cada sala, cada exposición, el Museo Nacional de Egiptología de El Cairo nos invita a viajar en el tiempo y a ser parte de la fascinante epopeya de una civilización que ha dejado una marca indeleble en la historia de la humanidad.